San Diego (EE.UU.), 14 mar (EFE).- La segunda ronda de la cuarta edición del Clásico Mundial dentro del Grupo F comienza hoy en el Petco Park de San Diego (California) con el gran duelo revancha entre la República Dominicana y Puerto Rico, finalistas de la pasada edición.
Ambos han clasificado invictos (3-0) a la segunda ronda como líderes de los Grupos C y D, respectivamente, acompañados por los equipos de Estados Unidos y Venezuela, que también cumplieron los pronósticos en función del potencial que presentaron dentro de sus respectivas plantillas.
Cierto que Venezuela fue la que más sufrió a la hora de la clasificación, pero el equipo que dirige el legendario Omar Vizquel fue de menos a más y aunque perdió el último partido ante México y sufrió en el desempate frente a Italia, su clasificación fue merecida porque nunca se dieron por vencidos y en los momentos decisivos apareció la clase de las estrellas de las Grandes Ligas que forman parte del equipo nacional.
México volvió a fracasar con su juego inconsistente, y al margen de la confusión, sin sentido, que provocaron los organizadores del evento a la hora de definir a los equipos que se iban al partido de desempate, la novena, anfitriona del Grupo D, en la sede de Guadalajara, se convirtió en su peor enemigo.
La selección «tricolor» lo tuvo todo a su favor, pero una vez más en los momentos decisivos no supo aprovechar las grandes oportunidades de las que dispuso para haber llegado a San Diego con todos los honores.
Una vez más la realidad le demostró a México que en el deporte si no tienes el instinto «asesino» y dejas con vida al equipo rival corres el riesgo de ser tú la víctima y eso fue lo que sucedió en la sede Guadalajara, especialmente en el primer partido que perdieron ante Italia por 9-10 cuando llegaron a la novena entrada con ventaja de cuatro carreras (9-5).
A nivel deportivo la ausencia de México de la segunda ronda no le resta calidad a la competición, dado que sus opciones de ganar a Dominicana, actuales campeones del torneo, Estados Unidos y Puerto Rico con el que perdió en Guadalajara eran mínimas, aunque generara que haya una menor venta de entradas.
Especialmente porque con el equipo mexicano estaba el primera base de los Dodgers de Los Angeles, el toletero Adrián González, un nativo de la ciudad del sur de California.
Pero en el diamante del Petco Park, de San Diego, esta noche se dará ya un gran duelo entre los dos equipos que han llegado al Clásico como los grandes favoritos a repetir al final de la edición del 2013.
Ambas selecciones han mostrado con su juego que llegan plenas de clase y talento tanto en el pitcheo, defensa y bateo explosivo por lo que su primer duelo revancha podría ya ser el ensayo de una nueva final anticipada.
El piloto de Dominicana, Tony Peña, volvió a mostrar su gran experiencia en las mayores y recordó que en un torneo corto, lo único que cuenta es ir partido a partido.
«Tenemos el ejemplo de lo que nos sucedió en el tercer juego de la primera ronda cuando Colombia nos dio lección de lo que realmente es el deporte del béisbol, que tienes que luchar al máximo hasta que se complete el último ‘out’ del partido», comentó Peña. «Frente a Puerto Rico saldremos a ganar, pero para conseguirlo tendremos que ser mejores que ellos».
No será una misión fácil porque Puerto Rico llega en un gran momento de juego con una plantilla que asusta al haber mezclado a la perfección el joven talento que representan Carlos Correa y Francisco Lindor junto a veteranos de la clase y experiencia de Carlos Beltrán, Angel Pagán y Yadier Molina, entre otros.
Será un duelo vibrante entre una ofensiva explosiva como la que presenta República Dominicana que produjo 26 carreras en los tres partidos de la primera ronda frente a una gran defensiva, la boricua, que cedió apenas siete anotaciones.
Estados Unidos, que también ha ido de menos a más, a pesar de la derrota frustrante que sufrieron en la primera ronda ante Dominicana al dejarse arrebatar una ventaja de cinco carreras, llegan con la lección aprendida y esperan el miércoles no dejarse sorprender por la irregular Venezuela que confía en consolidar su juego de conjunto.
De lo que no queda ninguna duda, al margen de los resultados que puedan darse en la segunda ronda, es que los cuatro equipos que han llegado a San Diego para definir a los dos semifinalistas que viajen hasta Los Ángeles, son los que van a aportar el mejor espectáculo deportivo, sin importar el número de aficionados que haya en las gradas.