Boston (EE.UU.), 23 jun (EFE).- Otro momento especial e inolvidable vivió el dominicano David Ortiz, el gran «Big Papi», que por méritos propios consiguió la hazaña histórica de convertirse esta noche en el pelotero de los Medias Rojas que menos tiempo tuvo que esperar para ver colgado su número 34 en la pared del Fenway Park de Boston.
Ya es oficial, su número 34 no volverá a ser vestido por ningún otro profesional de los Medias Rojas.
En una ceremonia previa al partido que esta noche van a disputar los Medias Rojas ante los Angelinos de Los Angeles, el equipo de Boston retiró el número que durante 14 temporadas vistió Ortiz y se convirtió en el undécimo jugador que consigue el privilegiado honor en la historia del equipo.
Sin apenas haberse cumplido ocho meses desde que decidió su retirada del diamante después de 20 temporadas como profesional y a sus 41 años, Ortiz protagonizó otra ceremonia inolvidable, una más de las muchas que le ha tocado vivir en el Fenway Park, pero está excepcional, como es la retirada del número que vistió de jugador.
Ortiz, que estuvo en control de las emociones durante toda la ceremonia celebrada en el Fenway Park, a la que asistieron su familia y excompañero de equipo, Pedro Martínez, volvió a mostrarse agradecido por todo lo que vivió y recibió de parte de la organización de los Medias Rojas, la comunidad y sobre todo los aficionados.
«Big Papi» se unió a Wade Boggs, Joe Cronin, Bobby Doerr, Carlton Fisk, Martínez –jugador clave en su llegada a Boston–, Johnny Pesky, Jim Rice, Ted Williams y Carl Yastrzemski como los iconos de los Medias Rojas que tienen colgado su número en la pared de la fachada del jardín derecho del Fenway Park.
Sin embargo, Big Papi se convertió en el primer pelotero de los Medias Rojas que consigue que su número sea retirado a menos de un año de dejar de competir.
«Eso nos demuestra la clase de impacto que este hombre ha tenido en la comunidad, en la organización y en todo el béisbol de Grandes Ligas», destacó el jardinero central de los Medias Rojas, Jackie Bradley Jr. «Lo que ha hecho por esta ciudad, por el equipo, por la gente a su alrededor, se lo merece de verdad. Nos sentimos bien felices por este reconocimiento».
El ambiente en el Fenway Park fue excepcional con gritos de «Papi, Papi, Papi» cuando Ortiz tomó la palabra para agradecer a todos los que le ayudaron tanto en su vida privada como profesional.
Algo que ya hizo también ayer, jueves, cuando participó en el acto de rebautizar una calle con su nombre cerca del estadio.
Pero esta era la primera vez que asistía a un partido oficial desde que se retiro la pasada temporada y tuvo como jugador especial con el equipo de los Angelinos a su compatriota Albert Pujols, otro que tiene asegurado un puesto en el Salón de la Fama, y que dijo sentirse orgulloso y feliz de participar el acto tan especial e inolvidable para Ortiz como fue la retirada de su número.
«Esta en la celebración de Ortiz es algo muy especial para mi por todo lo que me ayudó durante mi carrera, los consejos que siempre me dio y la gran persona que siempre ha sido conmigo», destacó Pujols ante que se iniciase el partido entre los Medias Rojas y los Angelinos.
«Ha sido grandioso verlo de nuevo», declaró el piloto de los Medias Rojas, John Farrell. «Volvió la diversión al Fenway Park, un día bien merecido para él, y me he sentido muy feliz de celebrar a David una vez más. Verlo de nuevo en el estadio, verlo sonreír, escuchar su peculiar voz, ha significado vivir una jornada muy especial para todos nosotros».
Tras iniciar su carrera con los Mellizos y pasar seis temporadas en Minnesota, Ortiz jugó 14 campañas por los Medias Rojas, en las que ayudó a Boston a ganar la Serie Mundial tres veces: en el 2004, con la que rompieron la «Maldición del Bambino», 2007 y 2013, cuando fue elegido Jugador Más Valioso (MVP).
Ortiz completó su carrera profesional con 541 cuadrangulares de por vida, además de 1.768 carreras producidas y promedio de .286 en 2.408 partidos oficiales que disputó.
Las 14 temporadas que disputó con los Medias Rojas le permitieron lograr 483 jonrones y tuvo .956 en el porcentaje de embasarse más Slugging (OPS).