Miami (EE.UU.), 12 jul (EFE).- La gran clase beisbolistica del venezolano José Altuve y del cerrador mexicano Roberto Ozuna, dos jóvenes talentos que brillan en las Mayores, se fueron del «Clásico de Verano» plenos de protagonismo tanto por la clase que muestran en el diamante como fuera del mismo, gracias a un personalidad modelo de integridad y valentía.
Los logros individuales de Altuve, el segundo base estelar de los Astros de Houston, son tantos que cada vez resulta más difícil mencionarlos todos, aunque hay algunos que no pueden pasar inadvertidos porque forman parte de la nueva realidad del béisbol de las Grandes Ligas.
Tener a su edad dos títulos de bateo y líder en promedio de la Liga Americana una vez más en el 2017; líder de su liga tres veces en imparables, con ritmo para una cuarta corona este año; dos veces con la mayor cantidad de bases robadas en el Joven Circuito; tres Bates de Plata; un Guante de Oro; y cinco convocaciones al Juego de Estrellas para representar a los Astros de Houston.
Con promedio de .347, porcentaje de embasarse de .417, slugging de .518 (OPS de .968), 25 dobles, 13 jonrones, 50 empujadas y 18 bases robadas en 86 partidos del 2017, el venezolano está teniendo otra temporada «monstruosa» por los Astros de Houston.
Sin embargo, es casi imposible lograr que Altuve comente sobre sus hazañas personales. Sus repuestas siempre destacan el juego en equipo, algo que es cierto, pero en parte por su gran aportación.
«Creo que en un equipo como el que poseemos nosotros, nos motivamos unos a los otros, no hablando, sino de la manera en que salimos a jugar», declaró Altuve cuando quiere explicar lo que ha conseguido en los últimos cuatro años, cuando ha tenido una producción única, alta y consistente.
Si bien es cierto que Altuve no falla a la hora de elogiar a sus compañeros como forma de evitar hablar de su propia calidad, también es verdad que el abridor de los Astros, Lance McCullers Jr., cuenta otra historia-como lo hacen los otros jugadores y el cuerpo técnico de Houston.
«Creo que Altuve debería ser la cara del béisbol. Es uno de los mejores, si no es el mejor, jugador de Grandes Ligas», destacó McCullers, quien entrenó con Altuve durante el invierno en el Minute Maid Park, sede de los Astros. «Los años que sigue teniendo ya son algo insólito. Pensé que el pasado fácilmente pudo haber sido elegido JMV y terminó tercero (en las votaciones)».
Cuando se habla de liderazgo, Altuve-quien vivió los tiempos oscuros de Houston del 2012 al 2014 y alrededor de quien el gerente general mexicano Jeff Luhnow construyó la edición actual de los Astros-rehúsa asumir el crédito en ese sentido.
«Todos los 25 peloteros que tenemos aportan algo al equipo», defiende al respecto Altuve, uno de seis integrantes de los Astros que estuvo convocado al 88 Juego de Estrellas que se celebró en Miami. «Tenemos peloteros como al boricua Carlos Beltrán y Brian McCann que son buenos líderes en nuestro equipo. Creo que aún tengo que aprender».
A sus 27 años, Altuve aún se encuentra en su apogeo de condiciones físicas. Y su rendimiento, jugando de 155 a 160 partidos cada temporada, no afloja con el avance de la temporada.
Hasta en ese punto, Altuve pone el énfasis en el aspecto colectivo.
«Creo que es la manera en que estamos jugando», expresó el segunda base al tocar el tema de la recuperación física y mental para encarar cada día en el terreno. «Te ayuda cada juego que ganamos. Llegamos al día siguiente con la misma intensidad».
Hace dos años, los Astros clasificaron para los playoffs y, luego de derrotar a los Yanquis de Nueva York en el Juego del Comodín de la Liga Americana, cayeron de manera dolorosa en cinco partidos ante los Reales de Kansas City en la Serie Divisional.
Después de un 2016 decepcionante, Houston luce bien «organizado» esta temporada con 60 victorias y una ventaja de 16,5 juegos en el Oeste de la Liga Americana.
Altuve quiere que éste sea el año de los Astros y que puedan luchar por el ansiado título de la Serie Mundial, sin importar que en el camino vayan superando todo tipo de marcas individuales y de equipo.
Por su parte Osuna no tiene la proyección de aspirar, en estos momentos a un título de la Serie Mundial con su equipo de los Azulejos de Toronto, pero como persona mostró valentía ante su problema de ansiedad.
El relevista mexicano de 22 años habló con elocuencia sobre su batalla contra la ansiedad.
«Ya estoy superándolo poco a poco y me estoy sintiendo mejor», admitió Osuna durante su participación en el Juego de las Estrellas. «Aunque estés bien o mal, tienes que salir a dar lo mejor de uno».
El lanzador más joven en la historia en alcanzar los 75 salvamentos reveló el mes pasado que padecía problemas de ansiedad, los cuales le obligaron a pedirle al piloto de los Azulejos, John Gibbons, que no le empleara en una situación de salvamento durante un juego en Kansas City, ante los Reales.
Su admisión y valentía por hablar de un quebranto, que en el deporte puede considerarse como una muestra de debilidad, generó un cúmulo de frases de aliento en las redes sociales.
Sincero, Osuna mencionó los retos de su carrera en las Grandes Ligas, recordando que apenas tenía 20 años cuando hizo su debut en 2015 hasta terminar lanzando en juegos de la fase final bajo presión.
«Se dio el momento en que se me juntaron todas las cosas», admitió Ozuna, que recibió la mayor ayuda por parte de sus compañeros de equipo, encabezados por el receptor Russell Martin y Jason Grilli, colega de bullpen que posteriormente fue dejado en libertad y ahora está con los Vigilantes de Texas.
«Recibí el apoyo de todos mis compañeros, pero Jason fue quien estuvo más cerca conmigo, día y noche, hablándome para sentirme bien», relató. «Me dijo que le pasó lo mismo cuando era joven, me explicó cómo controlarlo. Me decía que yo tenía que controlarlo antes que eso te controlase. Seguimos en contacto, pese a que lo enviaron a Texas. Se convirtió como un segundo padre».
Osuna defendió su decisión de hablar en público sobre sus problemas porque estaba convencido que podría ayudar a otras muchas personas que tienen el mismo problema y eso es lo que le hace feliz y le dio toda la fuerza para hacerlo.
En cuanto a su temporada, Osuna se ha mantenido como una de las fichas más fiables de los Azulejos. Mantiene una racha de 21 rescates consecutivos y acumula 22 en la campaña, empatado por el quinto puesto en las mayores.
Pero no fue incluido directamente en el plantel de la Liga Americana, recibiendo el honor como reemplazo debido a lesiones o a los casos de lanzadores que no podían lanzar en el «Clásico de Verano».
Ozuna, que al final trabajó una entrada completa en el Juego de Estrellas, hizo historia como el jugador más joven de los Azulejos en actuar en el «Clásico de Verano», desbancando al también lanzador Dave Stieb (1980).EFE