Houston (EE.UU.), 14 oct (EFE).- El abridor zurdo Dallas Keuchel volvió a dar toda una exhibición de dominio desde el montículo y lo hizo de nuevo ante los Yanquis de Nueva York a los que silenció su bateo explosivo en el primer partido de la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
Keuchel, único lanzador que ha ganado sus primeras cuatro salidas de postemporada, extendió su gran dominio sobre los Yanquis al completar siete entradas en blanco con 10 ponches que permitieron a su equipo de los Astros de Houston ganar por 2-1 en el Minute Maid Park de la ciudad espacial.
El zurdo estelar ha logrado al menos seis ceros en cada una de sus dos aperturas de playoffs contra los Yanquis y tiene 17 ponches en 13 episodios.
En la ocasión anterior, dejó sin carreras en seis actos y abanicó a siete bateadores de los Yanquis en un triunfo de Houston por blanqueada de 3-0 en el juego de los comodines del Joven Circuito del 2015.
En ambos encuentros, el rival de Keuchel fue el derecho japonés Masahiro Tanaka, quien permitió dos carreras en cinco y seis entradas, respectivamente.
Tanaka es el primer abridor de los Yanquis con seis o más entradas de dos o menos carreras y cuatro o menos en un juego de playoffs desde AJ Burnett en el segundo partido de la Serie de Campeonato del 2009 contra los Angelinos de Los Ángeles.
Keuchel, incluyendo serie regular y playoffs, tiene marca de 5-2, efectividad de 1.09, 62 ponches, dos juegos completos y apenas ocho bases por bolas contra los Yanquis.
La efectividad de Keuchel es la más baja de la historia contra los Yanquis para lanzadores con al menos 50 entradas en su contra. Siguen en la lista el derecho Eddie Watt (1.29), el zurdo Stan Baumgartner (1.40) y el relevista derecho Dan Quisemberry (1.48).
«Tiene movimiento al final del lanzamiento en ambos lados del plato. Pienso que tuvimos mejores turnos contra él en la segunda vez que la alineación lo enfrentó, pero el out en el plato con el tiro perfecto de Marwin González nos afectó», declaró Joe Girardi, piloto de los Yanquis. «Pero eso es lo que es él, muy buen lanzador».
Cuando Keuchel abanicó al receptor dominicano Gary Sánchez abriendo la sexta entrada se convirtió en el segundo lanzador con partidos consecutivos de postemporada con al menos siete ponches contra los Yanquis.
El otro fue el dominicano, miembro del Salón de la Fama, Pedro Martínez que lo logró en el 2003 y 2004.
Keuchel es el cuarto pitcher con siete ceros y 10 ponches en un juego de playoffs contra los Bombarderos del Bronx. El último que lo consiguió fue también Martínez, en la Serie de Campeonato de 1999.
«No tengo explicación para eso. Pienso que solo se trata de ejecución de los lanzamientos», declaró Keuchel sobre su labor contra lo Yanquis. «Son históricos y como todas las franquicias históricas, provocan que cuando los va a enfrentar, estás listo desde que te levantas. Eso es lo que ellos provocan».
«El equipo actual se suponía que estaba en una transición y no estaba supuesto a estar aquí, pero están porque son buenos y ellos son los Yanquis», reconoció Keuchel, tercer lanzador de los Astros con números de dos dígitos de ponches en un partido de la fase final.
Los otros fueron Nolan Ryan (12 en el juego 5 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional de 1986 contra los Mets de Nueva York) y Mike Scott (14 en el juego 1 de la serie de 1986 también en el Viejo Circuito).
Los primeros nueve outs de Keuchel fueron cinco ponches y cuatro rodados.
En la quinta entrada parecía que los Yanquis finalmente se sacudían del hechizo, cuando Greg Bird bateó sencillo y Matt Holliday se embasó por un inusual error del segunda base venezolano José Altuve.
Después de dos outs, el jardinero novato Aaron Judge pegó una soberbia línea de hit al jardín izquierdo, donde el venezolano Marwin González se lució con gran disparo al plato para poner out a Bird, su segunda asistencia esta postemporada.
«Todo comienza con su preparación, él es muy meticuloso en eso. Y esta noche parecía que como que tenía una motivación extra», valoró A.J. Hinch, piloto de los Astros. «Cada uno de los jugadores hizo su labor en el campo y esa es la razón por la que al final pudimos ganar el partido a un gran rival que siempre estuvo metido, hasta el último out».
Hinch admitió que llegar al segundo partido con la ventaja de 1-0 era de gran valor sicológico para todos y más después de haber visto lo que hicieron los Yanquis en la eliminatoria de la Serie Divisional ante los Indios de Cleveland, remontar desventaja de 0-2.
«Tienen un gran potencial y han recuperado el espíritu de equipo dinastía por excelencia dentro de las Grandes Ligas», agregó Hinch.