Eran las 12:30 de la noche en Los Ángeles, las 3:30 de la mañana del sábado en Boston y en Londres ya estaban preparando el te del desayuno (8:30) cuando Max Muncy disparó un cuadrangular solitario entre jardín derecho y central para que los Dodgers de Los Ángeles dejaran tendidos en el terreno a los Medias Rojas de Boston por pizarra de 3-2 en la parte baja de la décimo octava.
Fueron 17 entradas y media, más un bateador de la baja de la décimo octava, más poco más de siete horas las que se necesitaron para terminar con el tercer juego de la Serie Mundial el cual pasará a la historia como el más largo en las postemporadas del beisbol de Ligas Mayores.
Muncy, en cuenta de 3-2, pescó una recta cortada de 90 millas de Nathan Eovaldi quien ya había realizado un largo relevo de seis episodios, la pelota terminó detrás de la barda ante la algarabía de los todavía cientos de aficionados que quedaban en el Dodger Stadium.
Medias Rojas de Boston aún conserva la ventaja en la serie, ahora 2-1 y la tarde de este sábado se jugará el cuarto compromiso a las 8:03 de la noche tiempo del Este de los Estados Unidos.
En total fueron nueve lanzadores por equipo los que se utilizaron, la victoria correspondió a Alex Wood. Además este fue el primer juego en que ambas escuadras cometieron errores a la defensiva, siendo sin duda el de Boston el más costoso, en la baja del décimo tercero, con la ventaja 2-1 para Medias Rojas, y dos outs en la pizarra, los Dodgers tenían corredor en segunda, vino Yasiel Puig quien conectó un fuerte rodado por el centro del campo, Ian Kinsler tomó la esférica pero tiró mal a primera y con ello anotó Muncy quien corría como diablo para empatar la pizarra 2-2 en ese momento.
Dodgers había logrado la ventaja en la baja de la tercera con jonrón de Joc Pederson, pero en la alta de la octava Jackie Bradley Jr. igualó la pizarra con otro palo de vuelta entera.