La lluvia azotaba el parque y tornaba resbaloso el terreno. Una cuadrilla de trabajadores se aprestaba a colocar la lona en el diamante. Eugenio Suárez sabía que ésta sería quizás la mejor oportunidad de los Rojos para tomar el control del juego y ganar una serie.
Suárez bateó un sencillo que empujó la carrera de la ventaja en el quinto inning, y añadió otro hit productor el jueves, para que Cincinnati se impusiera 4-2 a los Cachorros de Chicago.
Chicago llegó a la serie como uno de los equipos más enrachados de las mayores, tras ganar o empatar 10 series seguidas para colocarse en la punta de la División Central de la Liga Nacional.
El miércoles, los Cachorros dilapidaron la ventaja en el final del duelo y cayeron por 6-5 en 10 episodios. El partido del jueves se les escapó en la parte baja del quinto capítulo, cuando la lluvia arreciaba.
