La maldición de la cabra, el hechizo que rompieron los Chicago Cubs tras 108 años de sequía
La última vez que habían ganado el título fue en 1908. Pero este «maleficio» en verdad comenzó en 1945, cuando al dueño de un bar cercano al estadio no lo dejaron entrar con su animal. Esta es la historia.
El triunfo para que los Cubs lograran la Serie Mundial tras 108 años llegó de manera dramática. Es que quizás la cabra Murphy hacía los últimos esfuerzos por mantener unas de las «maldiciones» más curiosas y extensas en la historia del deporte. Una que anoche terminó.
Hay que precisar que Murphy no es responsable de todo el período sin títulos del equipo de Chicago. En rigor, su «embrujo» comenzó el 6 de octubre de 1945. Ese día los Cubs recibieron en el Wrigley Field a Detroit Tigers, en el cuarto duelo de la Serie Mundial (que define al campeón del béisbol estadounidense). Los locales lideraban la serie 2-1.
A ese partido llegó Billy Sianis, inmigrante griego dueño del bar Billy’s Goat (la cabra de Billy). Pero no fue solo, sino que acompañado de Murphy su cabra, a quien incluso le había comprado una entrada. Todo indica que quería aprovechar el evento para publicitar su local que quedaba cerca del estadio.
El problema es que no lo dejaron entrar con su mascota. Hay dos versiones para lo que sigue. La más repetida es que Siani pidió hablar con Philip K. Wrigley, dueño de los Cubs, quien mandó decir que podía entrar sin la cabra, porque el animal «apesta». Otros dicen que logró llegar hasta la cancha y que fue el público el que le exigió retirarse por el olor de Murphy.
«Los Cubs no ganarán nunca más. Los Cubs nunca ganarán la Serie Mundial hasta que no le permitan a la cabra ingresar a Wrigley Field», fue lo que lanzó Sianis al retirarse. Y no ganaron, comenzando por esa Serie. «¿Y ahora quién apesta?», le escribió en una carta al dueño del equipo.
Pero los años comenzaron a pasar y lo que parecía una anécdota se convirtió en una maldición para los fanáticos. Y comenzaron los curiosos intentos por contrarrestarla. En 1973, Sam Sianis, sobrino de Billy y dueño en ese momento del bar organizó junto a un periodista del Chicago Tribune una ceremonia en la que llevaron en una limusina blanca a Sócrates, descendiente de Murphy, hasta el estadio. El animal caminó por una alfombra roja con un cartel que decía «Todo está perdonado. Déjenme llevar a los Cubs al título». Pero no pasó nada.
En 1984 los hinchas se ilusionaron. Los nuevos dueños invitaron a Sam Sianis al primer partido en el Wrigley Field. Ingresó con otra cabra y dijo ante todos: «La maldición está levantada». Y parecía que sí. Los Cubs ganaron la división tras 40 años y llegaron a la final de la Liga Nacional ante San Diego para buscar meterse en la Serie Mundial. Llegaron a estar 3-2, pero terminaron perdiendo.
Y en 1994 Chicago Cubs registró la peor racha de la historia como local. Sam Sianis fue otra vez a Wrigley Field con una cabra, esta vez, como en la historia original, no lo querían dejar entrar, pese a las súplicas de los hinchas. Ernie Banks, ex jugador y miembro del Salón de la Fama, hizo las gestiones que les permitieron el ingreso y los Chicago Cubs lograron la primera victoria del torneo.
De todas estas historias se tienen que ahora estar riendo los fanáticos del equipo, que ya podrán olvidar su más tradicional grito: «Let the goat in» (dejen entrar a la cabra).