Una noche de lluvia, drama y una remontada inolvidable de los Padres en Nueva York
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— San Diego Padres (@Padres) May 6, 2025
Ni Mike Shildt ni Fernando Tatis Jr. estuvieron presentes en el campo para presenciarla. Pero desde el dugout, las emociones debieron estallar cuando los Padres de San Diego firmaron una remontada tan inesperada como electrizante en el Yankee Stadium, venciendo 4-3 a los Yankees en el arranque de esta Serie Interligas cargada de expectativas.
Hasta la octava entrada, San Diego había sido contenido por la dominante actuación del zurdo Carlos Rodón, quien silenció los bates californianos durante 6.2 entradas. Pero el béisbol tiene sus giros inesperados, y los Padres, impulsados por la furia tras dos expulsiones clave, encontraron el camino hacia una victoria memorable.
Todo comenzó con Tatis Jr., quien al poncharse en un turno crucial, protestó enérgicamente un strike cantado que le pareció bajo. El umpire principal Adrian Johnson no dudó en expulsarlo, lo que encendió la chispa. Mike Shildt no se contuvo: lanzó su tarjeta de alineación, su bolígrafo y hasta sus anteojos antes de ser también expulsado. El mensaje fue claro: era el momento de despertar.
Y los Padres lo hicieron.
Xander Bogaerts 2-RUN SINGLE
— San Diego Strong (@PadresStrong) May 6, 2025
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Con dos outs en la pizarra, Luis Arráez recibió boleto, provocando el cambio de lanzador por parte de los Yankees. Salió Devin Williams y entró Luke Weaver, pero el daño ya estaba en camino. Manny Machado conectó un doble de dos carreras al rincón del jardín izquierdo, acercando a los Padres. Luego, Xander Bogaerts dio el golpe final con un sencillo que empujó dos más y puso adelante 4-3 a San Diego.
La ofensiva había despertado con furia. En cuestión de minutos, los visitantes habían borrado una desventaja de tres carreras y tomaban control del juego.
Por su parte, Nick Pivetta se mantuvo firme en la lomita por San Diego. Permitió un cuadrangular de dos carreras al exPadre Trent Grisham y luego una rayita sucia en el sexto episodio, complicada por las condiciones climáticas. Pivetta y Rodón enfrentaron dos interrupciones por lluvia de 28 minutos cada una, y aun así ofrecieron calidad. El bullpen de los Padres, encabezado por Robert Suarez y Josh Hader, cerró la puerta con autoridad.
“Esta clase de juegos es la que forja el carácter de un equipo”, dijo Machado tras el encuentro. “No importa quién esté fuera, los que estamos adentro tenemos que responder”.
Con esta victoria, los Padres arrancan la serie con el pie derecho, enviando un mensaje claro: tienen el talento, la garra y la resiliencia para competirle a cualquiera, incluso a los Yankees, incluso en su casa.
