Beisbol

Equipos monitorean el desgaste de sus abridores en plena carrera por los playoffs

Lanzadores

Con la recta final de la temporada 2025 de las Grandes Ligas acercándose, los equipos contendientes no solo deben lidiar con la presión del standing, sino también con un viejo enemigo: el desgaste acumulado de sus lanzadores abridores.

Uno de los casos más representativos es el del zurdo Matthew Boyd, quien a sus 34 años ha superado las 130 entradas en su primer año con los Chicago Cubs, más del doble de lo que lanzó entre 2023 y 2024. Boyd, quien regresó el año pasado de una cirugía Tommy John, ha sido una pieza clave en la rotación de los Cubs con marca de 11-4 y efectividad de 2.34. Su progreso ha sido tan destacado que fue parte del Juego de Estrellas de este año.

«Las cosas han ido muy bien», dijo Boyd. «Pero ninguno de nosotros sabe qué viene. Eso aplica para todos».

No es el único bajo la lupa. Clay Holmes, ahora abridor de los New York Mets, ya suma más de 117 entradas tras años como relevista. Jesús Luzardo, de los Phillies, también ha duplicado su carga con 127 innings este año. Y jóvenes como Garrett Crochet (Red Sox) y Bryan Woo (Mariners) también han experimentado saltos significativos en su volumen de trabajo.

El manager de Seattle, Dan Wilson, lo resume así: «Siempre estamos en comunicación. Es algo que se monitorea después de cada apertura».

¿Un nuevo enfoque ante la fatiga?

Atrás parecen quedar los días en los que existían límites estrictos de entradas, especialmente para pitchers jóvenes o de equipos sin aspiraciones. Hoy, el enfoque es más individualizado, según explica David Stearns, presidente de operaciones de los Mets.

«El enfoque anterior simplemente no funcionaba», asegura. «Ahora tratamos de evaluar cada caso según cómo se siente el jugador, y también con datos objetivos. Si el lanzador está bien, no lo frenamos artificialmente».

El ejemplo Crochet

Uno de los modelos de esta nueva filosofía es Garrett Crochet, quien pasó de ser relevista ocasional con los White Sox a abrir 32 juegos en 2024. Fue cambiado a los Red Sox y firmó un contrato de seis años por $170 millones. En 2025 ya suma más de 140 entradas y lidera la MLB en ese rubro.

«Me preparé para esto», comentó. «Durante los cinco días entre aperturas trabajo mucho para estar en condiciones físicas óptimas y continuar aportando».

Comunicación y ciencia de datos

Los Cubs han sido cuidadosos con Boyd, dándole nueve días de descanso durante el All-Star break y apoyándose en la tecnología. El manager Craig Counsell explica que ahora no se trata solo de historia o intuición.

«Estamos basándonos en datos del propio jugador. Desde el spin rate, la velocidad, hasta el análisis biomecánico. Si algo se sale de lo normal, lo atendemos antes de que se convierta en lesión».

Boyd coincide: «Hay muchas herramientas. No es simplemente mirar un aumento del 20 o 50 por ciento en innings. Se trata de entender al cuerpo y al rendimiento en tiempo real».

Desafíos hacia octubre

Equipos como Cubs, Mets, Phillies, Red Sox y Mariners están luchando por su lugar en la postemporada, y lo hacen mientras estiran al máximo a sus brazos más valiosos. La apuesta es clara: confianza en la preparación, monitoreo constante y decisiones basadas en ciencia.

En una MLB donde cada entrada cuenta, la fatiga de lanzadores en MLB es un factor que podría inclinar la balanza entre octubre glorioso… o un final prematuro.


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