Por Luis Moreno.– Cuando en las últimas tres temporadas los Astros iban de menos a más, esta vez las cosas son al revés.
Caso contrario a Seattle, que solía ir de más a menos y desinflarse en septiembre, esta vez ha sido todo lo contrario.
Sin meter las manos, los Astros fueron superados 7-3 y barridos por Marineros de Seattle, ahora su calificación a la postemporada pende de un hilo.
A esto se suma que los Guardianes de Cleveland han ganado 16 de sus últimos 18 juegos, metiéndose de lleno en la pelea por el comodín.
Cleveland estaba a 15.5 juegos de distancia de Detroit en julio, Hoy están a uno, de los mejores regresos en la historia.
Incluso, tanto Guardianes como Rojos de Cincinnati han regresado para disputar boletos que parecían asegurados para equipos como Astros y Mets (en la Liga Nacional).
Jason Alexander no tuvo fortuna esta vez y fue vapuleado por la artillería de Seattle, permitiendo un grand slam de J.P. Crawford y el jonrón número 58 de Cal Raleigh en una segunda entrada para el olvido.
Con seis juegos restantes y ya dependiendo de terceros, Houston necesita ganar los seis juegos restantes y esperar resultados favorables para asegurar su pase.
Sinceramente, el panorama no luce claro.
Hoy descansan y este martes inician su última travesía: visitarán a los Atléticos y cerrarán en Anaheim.
Solo queda jugar las últimas dos series, esperar un milagro, de no lograrse la clasificación, pensar en 2026 con caras nuevas, sacudida en el plantel y las mejores vibras.