Houston (EE.UU.), 5 oct (EFE).- La figura del toletero venezolano José Altuve brilló más que nunca en la ofensiva de los Astros de Houston al ser la gran figura que aportó tres cuadrangulares con los que ayudó a conseguir la victoria por 8-2 ante los Medias Rojas de Boston en el primer partido de la serie divisional de la Liga Americana.
Altuve recién llegaba a la caseta de los Astros después de conectar su tercer jonrón del partido, cuando George Springer le tomó el bíceps derecho para examinarlo, como si buscara una explicación al extraordinario poder de su compañero.
Era la imagen de un partido histórico disputado en el Minute Maid Park de Houston, donde el equipo de los Astros estuvo siempre en control del marcador y del juego.
«Se asegura de mantener su rutina del gimnasio, cualquiera que esa sea», explicó Springer al concluir el partido. «El tipo es increíble».
El mismo sentir había dentro de todo el equipo de los Astros y de los seguidores del equipo tejano, que tienen a Altuve como la gran figura y el ídolo a seguir.
El campeón de bateo de Grandes Ligas realizó una demostración sin precedentes de poder, y los Astros se aprovecharon para castigar al abridor zurdo Chris Sale, que nada pudo hacer ante la inspiración histórica de Altuve.
Con un coro de cánticos de «MVP» para cada una de sus apariciones al plato, Altuve, de tan solo 1,67 metros de estatura, disparó cuadrangulares en el primer y quinto episodios en contra de Sale, que tuvo que irse a la ducha antes de tiempo.
Mientras que Altuve se volvió a mandar la pelota por encima de la barda del Minute Maid Park en la séptima entrada contra el relevista Austin Maddox para darle a Houston ímpetu al arrancar la serie al mejor de cinco partidos.
«Cuando cruzo esa línea de cal me siento del mismo tamaño que los demás», dijo Altuve. «Era el momento de surgir con fuerza para marcar de manera positiva el inicio de la serie».
Fue la décima ocasión en que un pelotero batea tres jonrones en un juego de postemporada y el primero desde que lo hizo precisamente su compatriota Pablo Sandoval por los Gigantes de San Francisco en el primer juego de la Serie Mundial de 2012 en contra de Tigres de Detroit.
El legendario Babe Ruth también logró la hazaña en dos ocasiones como profesional.
«Le dije que la última vez que había visto tres jonrones en un juego fue a Pablo Sandoval y yo admití dos de ellos, así que me alegra que alguien más lo consiga», declaró el abridor ganador, Justin Verlander.
Altuve se convirtió en el primer jugador de los Astros en conectar tres cuadrangulares en un partido desde 2007, cuando el panameño Carlos Lee lo hiciera en campaña regular.
Su hazaña lo dejó tan sorprendido como a todos de que ahora esté en la misma categoría que el «Bambino», Reggie Jackson y el dominicano Albert Pujols.
«Pegué el primero y me quedé: ‘Wow'», reconoció Altuve. «Y con el segundo dije: ‘Wow, ¿qué está pasando aquí?'».
¿Qué pensó después del tercero? le preguntaron todos los periodistas tras concluir el partido.
«Tengo que despertar», comentó con una sonrisa. «Pero es algo grandioso sobre todo porque conseguimos una gran victoria y la ventaja».
Después de charlar con Springer tras su tercer vuelacercas, los compañeros de Altuve lo convencieron de que saliera a recibir la ovación del público.
Y después de tocar su gorra para los aficionados, uno de ellos cerca de la caseta sostuvo un letrero que decía: «El chico puede batear».
Altuve es uno de los jugadores de menor estatura en Grandes Ligas, pero se erigió como el gran líder de los Astros después de ser uno de los pocos jugadores sobrevivientes del largo proceso de reconstrucción del equipo, en el que hilvanaron tres campañas de al menos 100 derrotas entre 2011 y 2013.
Posiblemente sea la principal razón por la que el equipo transitó sin problemas este año hacia el título de la División Oeste de la Liga Americana.
Junto a Altuve, que se fue de 4-3, tres anotaciones e impulsadas, el bate latino de los Astros también estuvo presente con su compatriota Marwin González que se fue de de 4-1 con dos remolcadas.
Verlander (1-0) lanzó seis entradas con eficacia y mejoró a 6-0 desde que llegó a Houston en un traspaso con los Tigres y ha sido la fuerza dominante que los Astros necesitaban desde el montículo.
El derecho estelar tiene marca de 5-0 con 2.24 de efectividad en nueve aperturas en series divisionales, lo que confirma el gran acierto de los Astros con su adquisición.
Sale (0-1), líder de ponches de Grandes Ligas, fue castigado con siete carreras en poco más de cinco entradas de su debut en la competición de la fase final.
El segundo partido se jugará mañana, viernes, en el mismo escenario del Minute Maid Park, con el zurdo Dallas Keuchel como abridor de los Astros que tendrá de rival al derecho de los Medias Rojas, Drew Pomeranz.