Post Season

Dodgers enfrían la Pasión de Octubre de los Mets

Mets Dodgers

(Felix Sención, enviado especial).-El béisbol en Nueva York, especialmente en octubre, es un fenómeno único que captura la esencia de la ciudad y el corazón de sus habitantes.

Para los fanáticos del deporte, la llegada de esta época del año significa más que simplemente el final del verano; es un momento para soñar con la gloria en el Yankee Stadium o en Citi Field. Es una tradición que se siente profundamente en cada tren de la ciudad, y esta semana no fue la excepción.

Citi Field vibro con el Dodgers vs. Mets

Mets Dodgers
Momentos previos al inicio del tercer partido de la serie de campeonato de la Liga Nacional en el Citi Field.

Recuerdo con nostalgia mi juventud, cuando octubre significaba visitas constantes a la postemporada en el Yankee Stadium, donde el aire frío acompañaba las emocionantes victorias de los Yankees. Hoy en día, la experiencia es diferente. En lugar de tomar el tren 4 o el D hacia el Bronx, me encuentro abordando el tren 7 hacia Queens, donde Citi Field y los Mets luchan por un lugar en la historia.

A bordo del tren, los pasajeros estaban ansiosos por llegar a la estación Willets Point. En un momento, el tren se detuvo y se escuchó un anuncio por los altavoces. Cuando los pasajeros preguntaron qué se había dicho, admití que no había prestado atención.

Sin embargo, el siguiente anuncio captó mi atención: «No sé por qué se están apresurando, los Mets perderán esta noche», dijo el conductor, generando un silencio incómodo entre los pasajeros. No pasó mucho tiempo antes de que un ferviente seguidor gritara «¡Let’s go Mets!», lo que inspiró a toda la multitud a unirse al canto y a salir del tren con renovada energía y esperanza.

El contraste con el ambiente del Bronx era evidente. Mientras que los Yankees jugaban en un entorno de tradición y expectativas elevadas, el ambiente en Citi Field era distinto, caracterizado por la lucha constante y la resistencia. Esa noche, los Mets se enfrentaban a un difícil desafío, estando abajo 8-0, pero los cánticos de «Let’s go Mets» seguían resonando en las gradas.

Walker Buehler, lanzador de los Dodgers, demostró su dominio en el montículo, atribuyendo su rendimiento al clima frío, tan característico del béisbol en Nueva York en octubre. La temperatura de la semana pasada se asemejaba más a la que se experimenta en el estadio Dodger, pero con la llegada del frío, los Mets se vieron obligados a adaptarse rápidamente. Buehler, que había tenido problemas en la postemporada anterior contra los Padres, se mostró como un nuevo jugador, decidido a no repetir los errores del pasado.

Por otro lado, Luis Severino, con un aspecto más robusto y una barba prominente, ofreció una sólida actuación para los Mets, pero sin el respaldo ofensivo, una buena salida en el montículo no garantiza una victoria.

Los Dodgers, con una impresionante racha de cuatro blanqueadas en los últimos cinco juegos de playoffs, demostraron una vez más que la competencia solo se vuelve más dura.

Kike Hernández y Shohei Ohtani dieron sendos palos

Mets Dodgers

Kike Hernández, quien sorprendió a muchos al conectar su decimoquinto jonrón en postemporada, atribuyó su éxito a la «sangre latina». En la historia de la MLB, su rendimiento en la carretera se encuentra entre los cuatro mejores, compartiendo el podio con leyendas como Lou Gehrig, Babe Ruth y Carlos Beltrán.

Dodgers Mets

El espectáculo no terminó ahí. Shohei Ohtani, considerado el rostro del béisbol actual, brindó un momento inolvidable al enviar una bola al nivel más alto de las gradas de Citi Field, un golpe impresionante que dejó a la multitud en silencio. La hazaña del japonés demostró por qué es uno de los jugadores más emocionantes de la actualidad.

Al regresar a Manhattan, el tren 7 estaba inusualmente silencioso. Los fanáticos de los Mets saben que la temporada de octubre requiere una confianza silenciosa, una fe en que la historia aún no ha terminado. La derrota de la noche no significa el fin, sino un llamado a levantarse y luchar nuevamente. El grito de «Let’s Go Mets» resonará una vez más mañana, con la esperanza de que el equipo pueda mantener vivo el sueño de octubre.

Esta historia de béisbol en Nueva York, de trenes llenos de aficionados apasionados, de clima frío y de juegos llenos de dramatismo, es lo que hace que octubre sea una época mágica en la ciudad. La pasión y el amor por el béisbol siguen siendo una constante, un recordatorio de que en Nueva York, todo es posible en el campo de juego.

Subir