(Tomado de 643 Network).- Tony La Russa es un estratega aunque a veces sus decisiones son algo alocadas, desde una base intencional con dos strikes y ¿mandar jugadas que sugieren los aficionados?
En algún momento de nuestra vida, todos nos hemos sentido managers, o al menos coaches y vociferamos hacia el diamante con la intención de dar la instrucción clara de lo que debe hacer nuestro equipo a continuación. Pero al parecer nadie nos había hecho caso, hasta ahora.
Y es que en el juego de la noche del lunes entre los Chicago White Sox y los Houston Astros, al parecer Tony La Russa realmente siguió el consejo de un fanático que le gritaba desesperado desde sus lugares.
Los locales perdían 2-0 en la parte baja de la octava. Eloy Jiménez estaba bateando con dos outs y conectó un doble productor de 2 carreras para empatar el juego.
Dada la situación, La Russa decidió insertar al veloz Adam Engel en el juego como corredor emergente para aumentar las posibilidades de los Sox de tomar la delantera con un hit. Houston caminó intencionalmente a José Abreu y luego a Yasmani Grandal para llenar las bases.
No way my Dad got Tony to pinch run Engel in the 8th 😭 @JomboyMedia @MLBONFOX @JamesFox917 @NBCSChicago @SoxMach_pnoles pic.twitter.com/CTr7aeUumL
— David (@WeinoChi) August 16, 2022
Tanto Engel como Abreu anotaron con un sencillo remolcador de Yoan Moncada para tomar ventaja de 4-2, que fue el marcador final.
Todo salió bien para los del sur de Chicago, y algunos piensan que un aficionado tiene parte del crédito.
Justo antes de que La Russa insertara a Engel en el juego, un fanático sentado cerca del dugout de la tercera base le gritaba al manager que hiciera el movimiento.
Sí, enserio, y por si aun te quedan dudas, te dejamos las pruebas.
Aunque pensamos que el consejo fue genial y muy acertado, la realidad es que probablemente fue una coincidencia.
Es divertido pensar que el fanático ayudó a dar algunos consejos valiosos. El escenario más probable es que el aficionado simplemente tenía la cabeza en el juego y estaba concentrado, tal como debería ser para los cientos de fanáticos que forman parte del cuerpo técnico adjunto de cualquier equipo.
